Un águila no pasa por
ese proceso de renovación de 150 días como muchas veces hemos escuchado, por lo
menos científicamente, no está comprobado. La metáfora que usa esta leyenda
busca que vivamos en constante determinación de cambio, compromiso y no solo de
los buenos deseos. Que quitemos de nuestra vida lo que pesa, se ha dañado o está débil y retomemos el vuelo de victoria como Jesús determinó para todos nosotros.
Vinimos al mundo a
impactar, a romper paradigmas. ¡Si alguna vez, quizás, la próxima vez que
alguien te diga que no puedes hacer esto o aquello, y que eres perdedor(a)... ¡recuerda
que ya tuviste la oportunidad de correr la más larga, extenuante e importante
carrera..., la de tu vida, y LA GANASTE!!!!
¡Así otros hayan
desperdiciado ese triunfo que también obtuvieron como tú, viviendo vidas que no
fueron diseñadas por Dios para ellos, no desfallezcas, nuevos premios y
recompensas llegarán a ti si eres persistente, te atreves y crees QUE TODO LO
PUEDES EN CRISTO QUE TE FORTALECE!!!!
D. R. A.

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